Un zafiro que florece

La historia del anillo de compromiso de Diego, con un Zafiro Padparadscha como protagonista. Una joya que cuenta una historia tan especial como la de quien la llevará para siempre.

Cuando Diego se acercó a mí para crear su anillo de compromiso, su primera indicación fue "que se parezca a una flor". En ese momento, le sugerí que buscáramos que el anillo evocara a una flor, que se inspirara en su esencia, sin ser una representación literal en cuanto a la forma, para apostar por un diseño que fuera atemporal y que se mantuviera vigente por siempre. Su segunda indicación fue "que sea algo realmente especial, único y elegante". Con eso, se terminaron de unir los puntos en mi cabeza y tenía una propuesta en mente.

Tras una intensa búsqueda, encontramos la piedra perfecta: un Zafiro Padparadscha, el cual tiene una tonalidad rosa-anaranjado que varía sutilmente según la luz, y que, cuando se combina con el oro amarillo, evoca la calidez de una flor. El nombre de este Zafiro proviene de Sri Lanka y se inspira en el color de la flor de loto al atardecer, y es una variedad muy poco común, codiciada y especial.

Alrededor de este zafiro, creamos una corona de diamantes que, además de evocar a un capullo de una flor, destella con cada movimiento de la mano. Son detalles que añaden distintas perspectivas al anillo, una dedicación para la persona que lo lleva puesto y lo mirará todos los días.

Creamos un anillo que está eternamente floreciendo.

Diego planeaba entregárselo a su prometida durante un viaje a Italia, por lo que teníamos un plazo ajustado. La confección fue un proceso meticuloso y, finalmente, el anillo estaba listo antes de su viaje. Fue entonces cuando tuve que dejarlo ir y permitir que sucedieran las cosas, a pesar de la curiosidad y la ansiedad de saber cómo sería su entrega.

A su regreso, conocí la otra mitad de la historia. Florencia, la novia y orgullosa dueña del anillo, visitó el taller para ajustar la talla. Ahí compartimos detalles: mi perspectiva sobre el diseño y la creación, y la suya sobre la entrega y el significado detrás de la joya. En ese momento entendí el porqué del concepto de la flor (por Florencia, en caso de que quede alguna duda). Además, descubrí que Diego había planeado entregarlo en la ciudad de Florencia, aunque la ansiedad lo venció y lo entregó en el segundo día del viaje. Florencia quedó encantada: "Agradezco muchísimo todo el detalle y cariño que pusieron en la creación del anillo, es realmente increíble. Quedé impactada. No me canso de mirar cómo brilla la piedra en distintos espacios".
Supe que le encantó, y eso es lo mejor que puedes escuchar, el círculo se cierra perfectamente.

 

Zafiro Padparadscha: curiosidades sobre esta piedra única en su clase.

Los zafiros en general son mayormente conocidos por su variedad de color azul. Pero en realidad esta piedra preciosa se encuentra en una amplia variedad de tonalidades.

El nombre Padparadscha proviene del cingalés y significa "flor de loto". Este nombre se debe a los pétalos rosados de la flor de loto que cambian de tonalidad desde el capullo hasta la plena floración. La mayoría de los Zafiros Padparadscha se encuentran en Sri Lanka, el hogar del pueblo cingalés, aunque también se extraen en Madagascar y Tanzania.

Estas gemas son cautivadoras por su combinación única de rosa y naranja, y solo pueden recibir su nombre si tienen ambas tonalidades presentes. Los Zafiros Padparadscha pertenecen a la familia del corindón, que es la base de los zafiros y los rubíes y deben su color a trazas de cromo y hierro presentes durante su formación. Comparten todas las cualidades especiales de los Zafiros, incluida su notable dureza, muy cercana a la del diamante. Además, tienen un alto índice de refracción de la luz, lo que significa que brillan intensamente bajo los rayos del sol. Estas cualidades hacen que el zafiro sea una excelente alternativa como anillo de compromiso.

¿Te gustaría tener tu propia joya con una historia única? Estamos aquí para crear una pieza llena de significado y elegancia.